Corona de Adviento 2 Del libro de Oración Común páginas 73 – 79.
Encendido
de velas en casa. (Los ángeles y los pastores.)
Oficiante → Bendigan
al Señor, quien perdona todos nuestros pecados.
Pueblo → Para
siempre es su misericordia.
Lectura:
San Lucas 2:8-20
8 Cerca de Belén había unos
pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. 9 De pronto se
les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de
ellos; y tuvieron mucho miedo. 10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo,
porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para
todos: 11 Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el
Mesías, el Señor. 12 Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en
pañales y acostado en un establo.» 13 En aquel momento aparecieron, junto al
ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: 14 «¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en
la tierra entre los hombres que gozan de su favor!» 15 Cuando los ángeles se volvieron al cielo,
los pastores comenzaron a decirse unos a otros: —Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha
sucedido y que el Señor nos ha anunciado.
16 Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en
el establo. 17 Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había
dicho acerca del niño, 18 y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que
decían los pastores. 19 María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy
presente. 20 Los pastores, por su parte, regresaron dando gloria y alabanza a
Dios por todo lo que habían visto y oído, pues todo sucedió como se les había
dicho.
Oremos.
Concédenos,
oh Señor, la lámpara de la caridad que
nunca se apaga, a fin de que arda en nosotros y alumbre a los que nos
rodean; y que por su claridad tengamos una visión de esa Ciudad santa, donde
mora la luz verdadera e inagotable, Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Colecta
del segundo domingo de Adviento:
Dios
de misericordia, que enviaste a tus mensajeros, los profetas, a predicar el
arrepentimiento y preparar el camino de nuestra salvación: Danos gracia para
atender sus advertencias y abandonar nuestros pecados, a fin de que recibamos
gozosamente la venida de Jesucristo nuestro Redentor; que vive y reina contigo
y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Dios
omnipotente y de toda misericordia, prende en nosotros el fuego del amor, para
que, por su llama purificadora, seamos limpios de todos nuestros pecados, y
hechos dignos de adorarte en espíritu y verdad; por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Se enciende la segunda vela. (Se puede cantar mientras se
enciende)
Luz
Alegrante Phos hilaron
Luz
alegrante, claridad pura del sempiterno Padre celestial, Jesucristo, santo y
bendito: Ahora que hemos llegado al ocaso del sol, y nuestros ojos miran la luz
vespertina, te alabamos con himnos, oh Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Digno eres de ser alabado en todos los tiempos con voces gozosas, oh Hijo de
Dios, Dador de la vida; por tanto te glorifica el universo entero.
▬
En tus manos, oh Señor, encomiendo mi espíritu;
Tú
me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
Guárdanos,
oh Señor, como a la niña de tus ojos;
Escóndenos
bajo la sombra de tus alas.
Padre
Nuestro….
▬ Señor, escucha
nuestra oración.
Y llegue a ti nuestro clamor.
▬ Oremos.
→
Míranos, oh Señor, desde tu trono celestial, e ilumina esta noche con tu célico
resplandor; para que, así de noche como de día, tu pueblo glorifique tu santo
Nombre; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
▬ Guíanos, Señor,
despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo y
dormidos descasemos en paz.
Ahora despides,
Señor, a tu siervo, conforme a tu palabra, en paz. Porque mis ojos han visto a
tus Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: Luz para alumbrar
a las naciones, y gloria a tu pueblo Israel.
Gloria al Padre,
y al Hijo y al Espíritu Santo: como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.
Guíanos, Señor,
despiertos, y guárdanos mientras dormimos; que despiertos velemos con Cristo y
dormidos descasemos en paz.
Bendigamos
al Señor.
Demos gracias a Dios.
QUE EL SEÑOR OMNIPOTENTE Y
MISERICORDIOSO: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, NOS BENDIGA Y NOS GUARDE. AMÉN.
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